jueves, 24 de enero de 2008
¿Quién cabe en el mundo?
Si nuestros sistemas políticos fueran lo que dicen ser, en todos los parlamentos se estaría discutiendo ahora una gráfica elaborada por Mathis Wackernagel, investigador del Global Footprint Network (California). Pero no parece que el asunto haya llamado demasiado la atención. Y sin embargo, la gráfica resulta demoledora para las más firmes certezas de nuestra clase política y, por supuesto, para los criterios más evidentes de los votantes. Sobre todo, en un mundo político en el que izquierda y derecha se llenan la boca con los objetivos del "desarrollo sostenible".
La cosa es bien sencilla. El eje vertical representa el Índice de Desarrollo Humano (IDH), elaborado por Naciones Unidas para medir las condiciones de vida de los ciudadanos tomando como indicadores la esperanza de vida al nacer, el nivel educativo y el PIB per cápita. El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) considera el IDH "alto" cuando es igual o superior a 0,8, estableciendo que, en caso contrario, los países no están "suficientemente desarrollados". En el eje horizontal se mide la cantidad de planetas Tierra que sería preciso utilizar en el caso de que se generalizara a todo el mundo el nivel de consumo de un país dado. Wackernagel y su equipo hicieron los cálculos para 93 países entre 1975 y 2003. Los resultados son estremecedores y sorprendentes. Si, por ejemplo, se llegara a generalizar el estilo de vida de Burundi, nos sobraría aún más de la mitad del planeta. Pero Burundi está muy por debajo del nivel satisfactorio de desarrollo (0,3 de IDH). En cambio, Reino Unido, por ejemplo, tiene un excelente IDH. El problema es que, para conseguirlo, necesita consumir tantos recursos que, si su estilo de vida se generalizase, nos harían falta tres planetas Tierra. EEUU tiene también buena nota en desarrollo humano; pero su "huella ecológica" es tal que harían falta más de cinco planetas para generalizar su estilo de vida.
Repasando el resto de los 93 países, se comprende que hay motivos para que el trabajo de Wackernagel se titule El mundo suspende en desarrollo sostenible. Como no hay más que un planeta Tierra, es obvio que sólo los países que se sitúen en el área coloreada de la gráfica (por encima de un 0,8 en IDH, sin sobrepasar el número 1 de planetas disponibles) tienen un desarrollo sostenible. Sólo los países comprendidos en esa área serían un modelo político a imitar, al menos para aquellos políticos que quieran conservar el mundo a medio plazo o que no estén dispuestos a defender su derecho (¿quizás racial, divino o histórico?) a vivir indefinidamente muy por encima del resto del mundo.
Ahora bien, ocurre que el área en cuestión está prácticamente vacía. Hay un solo país en el mundo que –por ahora al menos– tiene un desarrollo aceptable y sostenible a la vez: Cuba.
La cosa, por supuesto, da mucho que pensar. Para empezar porque es fácil advertir que la mayor parte de los balseros cubanos huyeron y huyen del país buscando ese otro nivel de consumo que no puede ser generalizado sin destruir el planeta, es decir, reivindicando su derecho a ser tan globalmente irresponsables, criminales y suicidas como lo somos los consumidores estadounidenses o europeos. Tendríamos muy poca vergüenza, desde luego, si condenásemos la pretensión de los demás de imitar el modo como devoramos impunemente el planeta. Pero se reconocerá que la imagen mediática del asunto cambia de forma radical: de lo que realmente huyen es del consumo responsable en busca del Paraíso del consumo suicida y, por intereses estratégicos de acoso a Cuba, se les recibe como héroes de la Libertad en vez de cerrarles las puertas como se hace con quienes huyen de la miseria, por ejemplo, de Burundi (a quienes se trata como una plaga de la que hay que protegerse).
A nivel general, la cosa es mucho más interesante. Es muy significativo que el único país sostenible del mundo sea un país socialista. Suele ser un lugar común entre los economistas que el socialismo resultó ruinoso e ineficaz desde un punto de vista económico. Sorprende que, en un mundo como éste, la falta de competitividad pueda aún considerarse una acusación de peso. En términos de desarrollo sostenible, la economía socialista cubana parece ser máximamente competitiva. En términos de desarrollo suicida, no cabe duda, el capitalismo lo es mucho más.
El mayor reproche que se puede hacer al sistema capitalista es, precisamente, que es incapaz de detenerse e incapaz incluso de ralentizar la marcha. El capitalismo es un sistema preso de su propio impulso. El economista J. K. Galbraith decía que "entre los muchos modelos de lo que debería ser una buena sociedad, nadie ha propuesto jamás la rueda de la ardilla". Sin embargo, nos encontramos con que, aunque nadie lo haya propuesto, este absurdo parece haberse impuesto de hecho: en el capitalismo cada uno trata de imponerse a la competencia aumentando su productividad para no perder mercado pero, al encontrarse todos en la misma carrera, no llega nunca el momento en que pueda detenerse este aumento ininterrumpidamente creciente del ritmo y la consiguiente dilapidación de recursos.
Ante esta dinámica absurda, debemos exigir el derecho a pararnos. No podemos permitir que nuestros ministros de Economía nos sigan convenciendo de que "crecer" por debajo del 2 ó 3% es catastrófico, y no podemos permitir que nuestros políticos sigan proponiendo como solución a los países pobres que imiten a los ricos. Es materialmente imposible. El planeta no da para tanto. Cuando proponen ese modelo saben que, en realidad, están defendiendo algo muy distinto: que nos encerremos en fortalezas, protegidos por vallas cada vez más altas, donde poder literalmente devorar el planeta sin que nadie nos moleste ni nos imite. Es nuestra solución final, un nuevo Auschwitz invertido en el que en lugar de encerrar a las víctimas, nos encerramos nosotros a salvo del arma de destrucción masiva más potente de la historia: el sistema económico internacional.
Carlos Fernández Liria es profesor titular de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid
martes, 22 de enero de 2008
False statements preceded war
A study by two nonprofit journalism organizations found that President Bush and top administration officials issued hundreds of false statements about the national security threat from Iraq in the two years following the 2001 terrorist attacks.
The study concluded that the statements "were part of an orchestrated campaign that effectively galvanized public opinion and, in the process, led the nation to war under decidedly false pretenses."
The study was posted Tuesday on the Web site of the Center for Public Integrity, which worked with the Fund for Independence in Journalism. White House spokesman Scott Stanzel said he could not comment on the study because he had not seen it.
The study counted 935 false statements in the two-year period. It found that in speeches, briefings, interviews and other venues, Bush and administration officials stated unequivocally on at least 532 occasions that Iraq had weapons of mass destruction or was trying to produce or obtain them or had links to al-Qaida or both.
"It is now beyond dispute that Iraq did not possess any weapons of mass destruction or have meaningful ties to al-Qaida," according to Charles Lewis and Mark Reading-Smith of the Fund for Independence in Journalism staff members, writing an overview of the study. "In short, the Bush administration led the nation to war on the basis of erroneous information that it methodically propagated and that culminated in military action against Iraq on March 19, 2003."
Named in the study along with Bush were top officials of the administration during the period studied: Vice President Dick Cheney, national security adviser Condoleezza Rice, Defense Secretary Donald H. Rumsfeld, Secretary of State Colin Powell, Deputy Defense Secretary Paul Wolfowitz and White House press secretaries Ari Fleischer and Scott McClellan.
Bush led with 259 false statements, 231 about weapons of mass destruction in Iraq and 28 about Iraq's links to al-Qaida, the study found. That was second only to Powell's 244 false statements about weapons of mass destruction in Iraq and 10 about Iraq and al-Qaida.
The center said the study was based on a database created with public statements over the two years beginning on Sept. 11, 2001, and information from more than 25 government reports, books, articles, speeches and interviews.
"The cumulative effect of these false statements — amplified by thousands of news stories and broadcasts — was massive, with the media coverage creating an almost impenetrable din for several critical months in the run-up to war," the study concluded.
"Some journalists — indeed, even some entire news organizations — have since acknowledged that their coverage during those prewar months was far too deferential and uncritical. These mea culpas notwithstanding, much of the wall-to-wall media coverage provided additional, 'independent' validation of the Bush administration's false statements about Iraq," it said.
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Fuente:
http://news.yahoo.com/s/ap/20080123/ap_on_go_pr_wh/misinformation_study
lunes, 21 de enero de 2008
Las FARC EP no son terroristas
En medio de la jubilante reacción de la prensa por la liberación de la abogada Clara Rojas y la congresista Consuelo González de Perdomo, el presidente de Venezuela Hugo Rafael Chávez hizo un sorpresivo e inesperado anuncio y que fue ratificado inmediatamente por el Congreso venezolano de que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP), es una fuerza legítima y beligerante y no una organización terrorista.
últimamente, he criticado al presidente Chávez, aunque tengo que decir que no solamente estoy de acuerdo con esto, sino que tengo que pensar en que la "Lista Oficial de organizaciones terroristas" y de la "Guerra en contra del terrorismo" de los Estados Unidos (EE.UU.) tiene un extremado y destructivo impacto para resolver los conflictos en todo el mundo. Mientras que los asesinatos, secuestros y el uso indiscriminado de armas son barbáricos, aunque sea utilizados en una forma u otra en conflictos virtuales, incluyendo a los EE.UU. Por ejemplo, basta con sólo preguntar a las 10.000 personas que estimadamente están en las prisiones iraquis , mantenidas prisioneras allí sin ningún proceso legal sólo bajo la sospecha de que ellos son insurgentes, y si los han secuestrado o son altos operadores de la red de al Qaida, o impactados por un misil basado en una cuestionable "acción de inteligencia" o vas al anfi-teatro de Fallujah y pregunta por la gente asesinada por las bombas incendiarias de hace un par de años atrás.
No es cuestion de aceptar los métodos y objetivos de las FARC como legítimos. Es acerca de resolver un conflicto a través de una negociación , en vez estar tratando de diabolizar y exterminar al enemigo. En Colombia, numerosos grupos ilegales se han desmovilizado y éxitosamente han entrado a la política .Por el contrario, las campañas de exterminación han creado estos ciclos de venganzas.
El efecto práctico de reconocer el estatus de fuerza beligerante a las FARC-EP- el cual Colombia nunca hará- pero debería forzar al gobierno colombiano a las negociaciones. También, gente como Simón Trinidad no podrá ser llevada a juicios por actos que no son crímenes de guerra, tales como el tomar enemigos combatientes como prisioneros .
Por otra lado, sí las FARC-EP estuviesen secuestrando a cientos de civiles cada año para obtener ventajas financieras.Actualmente, tienen a más de 700 de ellos en cautiverio, esto suena más como a un ring ilegal de secuestros que a un grupo insurgente. Estoy escéptico sobre el número de cautivos y pienso que las FARC no son lo suficientes tan grandes para poder mantener tanta gente secuestrada al mismo tiempo. Sin embargo, si fuera cierto lo de los 700 secuestrados o más. ¿ Cuáles son los nombres y apellidos de estas personas ? ¿ Y, por qué sus familiares y amigos no se han unido a las otras voces reclamantes de los familiares de los 45 retenidos que las FARC-EP admiten tener en su poder ?.
Estoy escéptico sobre ese número, pero esto es otra historia. El secuestro de gente inocente es algo muy serio, y es de hecho, un crimen de guerra. Cualquiera que fuese el estatus de las FARC-EP.
Más adelante encontrarán algunas notas que hice con el objeto de ayudar a la defición legal del estatus de beligerancia. Escribí esto para Simón Trinidad, pero no pude conseguir que el defensor público de Simón se interesará con respecto a este tema, y los argumentos nunca fueron hechos . De cualquier manera, un argumento poderoso puede ser hecho que las FARC-EP tienen estatus de fuerza de beligerancia bajo los principios de la ley internacional, en particular si ellos liberan a los rehenes restantes y renuncian al secuestro de una vez por todas.Espero que la declaración del presidente Chavez provea algunos incentivos para eso.
LAS FARC-EP tienen el estatus legal de un ejercito beligerante.
Los derechos y deberes de las partes en conflicto son primero decididos por el estatus de las facciones en el conflicto. Tradicionalmente, la ley internacional distingue tres etapas del
conflicto armado no internacional. Estas etapas son de un orden ascendente en intensidad : (1) rebelión, (2) insurgencia y (3) beligerancia.
Rebelión envuelve simplemente desafíos espóradicos y aislados a la autoridad legítima del gobierno, no confiere ningún derecho o deberes para los rebeldes. Los rebeldes pueden ser legalmente tratados como criminales bajo la ley establecida por el país, y si están detenidos no gozarán del estatus de prisioneros de guerra. En una rebelión, la asistencia de un tercer Estado está prohibida por la ley internacional como condenable e ilegal y es considerada intervención e interferencia contra la soberanía del Estado agredido. Los rebeldes en esta etapa no tienen ninguna protección bajo la ley internacional.
La segunda etapa es la de la Insurgencia (Insurreción) envuelve a una sostenida campaña para desafiar la legitimidad de la autoridad gubernamental. Mientras que no hay una definición precisa de la insurgencia, ésta aparece como que fuera un disturbio civil confinado a los límites de una área del territorio del Estado y supone que tiene un apoyo mínimo de organización.
Hay dos escuelas con respecto al pensamiento del estatus de fuerza beligerante de la insurgencia dentro de la ley internacional. Algunos eruditos de la ley internacional son de la opinión que para conceder el estatus de insurgente a un grupo, no necesita conceder ningún derecho o deberes, los cuales están enmarcados dentro de la ley criminal del país. Como quiera que sea, aún bajo este punto de vista, el estatus de insurgencia no trae al grupo insurgente fuera del espiritú exclusivo de la ley criminal del país, pero le da un casi-estatus bajo la ley internacional.
La tercera y más seria categoria de no internacionalización del conflicto es llamada beligerancia. La beligerancia tiene una definición de concepto más claro en la ley internacional que la rebelión o la insurgencia. La beligerancia es definida como " el reconocimiento de un hecho jurídico de que existe un estado de hostilidades entre dos grupos compitiendo por el poder o la autoridad ; esto es el reconocimiento de la existencia de una guerra". El reconocimiento de fuerza beligerante formaliza los derechos y deberes de las partes envueltas en la guerra.
Los criterios para la defición de beligerancia fueron proporcionados por el Instituto de Derechos Internacionales (Droit International ) en el 1900. Para que se reconozca un estado de beligerancia es necesario que (1) que la insurgencia ocupe una parte del territorio del Estado; (2) establecer un gobierno que ejercite los derechos inherentes a la soberanía en esa parte del territorio; y (3) que conduzca las hostilidades de las tropas conformadas bajo una disciplina militar y cumpliendo con los derechos y prácticas de la guerra.
Las FARC-EP mantiene una campaña militar en cada departamento (región) de Colombia. En el 1999 controlaba una extensión territorial estimada en el 40 % del territorio del país. Ha mantenido una campaña militar permanente desde el 1964, y sus actividades comenzaron durante el período llamado de La Violencia de los años de1950's, que calcúlos han estimado que 300 mil personas perdieron la vida.
Las FARC-EP dirigen hostilidades con tropas organizadas bajo una disciplina militar. Las reglas militares de las FARC-EP están ampliamente documentadas en su portal (website) . Estas incluyen una completa descripción de su estructura de comando, un folleto publicado con las regulaciones y reglas internas del comando, cuyas reglas prohiben : la utilización de las columnas guerrilleras en contra de las masas, el asesinato de civiles, los asaltos sexuales, el robo, el fraude, la extorsión, el uso de estupefacientes y el uso prohibido de otras actividades.
Las FARC-EP cumplen con las leyes y prácticas de la guerra al mismo grado de cualquier otro grupo armado en Colombia incluyendo a los militares colombianos. Sin embargo, organizaciones de derechos humanos como el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Amnistía Internacional, Human Right Watch y aún el departamento de Estado de los EE.UU, rutinariamente acusan a todas las partes del conflicto colombiano de violar las prácticas y leyes de la guerra. Hay un concenso general entre entre los grupos y organizaciones de derechos humanos que las peopres violaciones de las leyes y prácticas de la guerra son y han sido realizadas por las fuerzas de los paramilitares colombianos, estos han sido y son apoyados materialmente por los sucesivos gobiernos colombianos durante décadas.
Negar el estatus de fuerza beligerante a las FARC-EP en base a las violaciónes de las leyes y prácticas de la guerra en el conflicto , sería una injusta aplicación de esta norma. Si las leyes hubiesen sido estrictamente aplicadas ningún prisionero en Colombia , no importa cual lado lo mantiene cautivo, tendría el derecho a las protecciones de las Convenciones de Ginebra de las Naciones Unidas, pero desde que esos prisioneros no son prisioneros de guerra. Estos incluyen a los prisioneros en custodia de las FARC-EP, la cual no tendría bases legales ni obligaciones a tratar estos prisioneros de acuerdo a las Convenciones. Esto es un resultado desafortunado el no mantenerlos con el espiritú de las Convenciones de Ginebra.
Ocasionalmente,las FARC-EP a través del tiempo han establecido un gobierno de facto en las areas que controlan. A comienzos del mes de enero de 1999 y continuando hasta el mes de febrero del 2002, el gobierno de Colombia cedió control sobre una área rural y urbana de Colombia a las FARC-EP conocida como el (Despeje, o zona despejada de las Fuerzas Armadas de Colombia). Las FARC-EP establecieron cortes, escuelas y otras instituciones gubernamentales que operaron abierta y públicamente con el reconocimiento del gobierno colombiano. Estas negociaciones fueron conducidas con la asistencia de James Lemoyne y Jim England comisionados de las Naciones Unidas.
En febrero del 2002 , las conversaciones sobre la paz se terminaron abruptamente por decisión del gobierno colombiano de Andrés Pastrana (1999-2002), e inmediatamente reafirmó su derecho jurídico a gobernar la zona del Despeje. Sin embargo, después de todo esto las FARC-EP han continuado con el control y haciendo funciones de gobierno en grandes regiones del territorio colombiano.
Esta no fue la primera vez que el gobierno colombiano negoció con las FARC-EP. Entre las anteriores negociaciones incluyen : Los Acuerdos de La Uribe (1984), las negociaciones de Barco/Gaviria 1986-1990, las negociaciones entre el presidente Gaviria y la Coordinadora Guerrillera Simón Bolivar-CGSB- en Caracas, Venezuela (1991) y en Tlaxcala, México (1992). Los acuerdos firmados fueron producto de estas negociaciones.
Dos decadas de negociaciones y acuerdos, la creación de la Zona del Despeje abiertamente gobernada por las FARC-EP con el envolucramiento a alto nível de representantes de las Naciones Unidas en estas negociaciones constituye un de facto reconocimiento del estatus de fuerza beligerante a las FARC-EP por el gobierno de Colombia y las Naciones Unidas.
El gobierno de Colombia dijó que no reconocerá el estatus beligerante de las FARC-EP. Esto no es ninguna sorpresa porque el gobierno colombiano no quiere admitir que tiene un serio conflicto dentro de sus fronteras. En suma, sería una admisión que las FARC-EP son una fuerza beligerante reconocida por la ley internacional que le da legitimidad en sus desafíos al gobierno establecido. Muy a pesar de las numerosas insurgencias que han ocurrido en todo el mundo, ningún gobierno formalmente a reconocido el estatus de fuerza beligerante a los insurgentes dentro de su territorio desde la Segunda Guerra Mundial.
Los EE.UU están interviniendo en el conflicto de Colombia a través del aprovisionamiento de armas, entrenamiento y apoyo logístico al gobierno colombiano con el exclusivo propósito de combatir a la organización de las FARC-EP. Los EE.UU han contribuido con una estimación baja con 4.000 millones de dólares a través del programa llamado Plan Colombia.También, incrementando el número de tropas colombianas listas para combatir desde 1999. La intervencion de los EE.UU en Colombia debería ser prohibida por las leyes tradicionales del derecho internacional de los conflictos que son meramente de rebelión.
Las FARC-EP son un ejército de liberación nacional,esto sí está evidenciado por su sostenida campaña militar y de soberanía sobre grandes partes del territorio de colombiano que controla y su conducta en las hostilidades por tropas organizadas y sujetas bajo una disciplina militar y cumpliendo con las leyes y prácticas de guerra, por lo menos al mismo grado que las otras partes en el conflicto . Por consiguiente, los miembros de las FARC-EP tienen el derecho a la beligerancia bajo
los criterios de la ley internacional.
Un prisionero de guerra puede ser juzgado por crímenes de guerra, pero no por actos de beligerancia de acuerdo a las leyes de guerra.
Antes de 1949, los miembros de los movimientos de liberación nacional eran normalmente tratados como criminales bajo las leyes interna del país. El cambio se produjo en el despertar de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchas naciones del mundo incluyendo a los EE.UU y Colombia firmaron las Convenciones de Ginebra. El artículo 4 (a) (2) de la Tercera Convención de Ginebra de 1949 dispuso los criterios que se utilizarían para determinar el estatus de los miembros de un movimiento de resistencia organizado con prisioneros de guerra. Estos criterios incluyen (1) que los miembros deben ser comandados por una persona responsible de los miembros subordinados, (2) que tenga una muestra reconocible a la distancia, (3) que las armas las lleve al descubierto, y (4) que al conducir sus operaciones sean de acuerdo con las leyes y prácticas de guerra.
Las FARC-EP tienen una estructura organizativa de comando descrita en su portal y allí tienen una muestra distintiva fija con su emblema reconocible a distancia en la esquina izquierda superior. http://www.farcep.org/. Las FARC-EP llevan las armas en sus hombros al descubierto e insistieron en hacerlo durante las negociaciones con la administración de Pastrana. Las FARC-EP conducen sus operaciones militares de acuerdo con las leyes y prácticas de la guerra tal como lo hacen las otras partes del conflicto.
Las revoluciones no violan las leyes internacionales
Finalmente, no hay regla del derecho internacional que prohiba la revolución, y si una revolución tiene exito , no hay nada en las leyes del derecho internacional que prohiban la aceptación de los resultados , aún si es lograda por la fuerza ..
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Fuente:
http://www.aporrea.org/internacionales/a49507.html
lunes, 7 de enero de 2008
Venezuela’s Bolivarian Revolution at a Turning Point
[Editor's note: A nearly identical version of this article appeared in the January, 2008 edition of Le Monde Diplomatique]
With the surprising loss of the constitutional reform referendum in December (by a minimal vote difference of 1.3%) Venezuela's Bolivarian revolution reached a turning point. The April 2002 coup attempt, the December 2002 shutdown of the oil industry and the August 2004 recallreferendum represented major defeats for the opposition and a radicalisation ofthe Bolivarian process. But the failed reform was quite different: it was the first defeat for the Bolivarian movement, after 12 national electoral contests,since Hugo Chávez was elected in 1998,1]and the first time that he and his movement had been forced to examine whichway the process must go if it is to advance.
Shortly after his re-election in December 2006, Chávez had argued that Venezuela's new constitution needed to be reformed for transition towards "21st century socialism". But when he presented his proposal to reform 33 articles of the constitution in August, after delays and closed-door discussions among top advisers, it provoked confusion and skepticism in all butthe most pro-Chávez sectors of society. The skepticism intensified when the National Assembly (which may modify, and must approve the president's constitutional reform proposal) added another 36 articles.
The 69 (out of 350) articles that were to be changed fell into four categories: strengthening participatory democracy, broadening social inclusion, supporting non-neoliberal economic development, and strengthening the central government.2]The first two were relatively uncontroversial; they included giving the newly formed communal councils more power and more secure funding, lowering thevoting age from 18 to 16, prohibiting discrimination based on sexual orientation and health, requiring gender parity in the nomination of candidates for public office, introducing a social security fund for the self-employed and those in the informal labor market, guaranteeing free university education and recognizing Venezuelans of African descent.
But the reforms that affected the economy and the president's powers proved far more controversial because of what they contained- and what the opposition claimed they contained. Among economic reforms were the removal of central bank autonomy, prohibition of the privatization of the oil industry, strengthening of land reform, reduction of the working week from 44 to 36 hours, and the introduction of social and collective property rights. The reform proposed to eliminate the two-term limit that a president may serve, lengthen the presidential term from six to seven years, allow the president to create special zones for economic development, give the president the power to reorganize municipal boundaries, make citizen-initiated referenda more difficult by increasing signature requirements, allow the president to promote all military officers, and toughen state of emergency provisions by removing the right to information.
What Went Wrong
Since the December 3rd defeat, Chávez and his supporters have tried to figure out what went wrong. For the opposition, the reason its side won was simple: Venezuelans rejected the president's attempt tocreate 21st century socialism, which it sees as Castro-communism. However, for Chávez supporters, who have always denied that their project is Cuban state socialism, the answer is not that simple - Cuban state socialism was not on the ballot.
Also, it wasn't so much that those who had voted for Chávez in 2006 had now voted against him one year later. Rather, the opposition was effective in turning out its supporters to vote against the reform, while Chávez supporters abstained to a far higher degree than opposition supporters did.3]
There appear to be four main reasons why the reform initiative failed: the way the campaign was conducted, the defection of long-time supporters, the mood in the country and the process through which the reform was developed. At first this process took place entirely within a closed circle of Chávez advisors. Then, when the National Assembly debated the proposal, legislators held public meetings to get outside input, but the process was rushed, covering 69 articles in two and a half months, so the discussion was superficial.
The pro-reform campaign, launched on November 2nd, a month before the referendum, did not have much time to educate the public as to what the reform was about: there were too many articles to discuss and the opposition waged a merciless campaign. It claimed that the reform would weaken the right to private property and suggested that all private property could be indiscriminately expropriated by the state. In reality, ordinary private property was not affected. The reform would have only strengthened the state's mandate to expropriate food producers in the case of food emergencies or to redistribute latifundios for land reform.
The opposition also focused on the proposal that the president could appoint regional vice-presidents, claiming this would allow him to rule directly anywhere, bypassing elected officials. This too had nothing todo with the actual proposal, which did not assign these vice-presidents any newpowers. Opposition literature and spokesmen made even more outrageous claims: the state would take children away from parents and socialism would become the only political creed. These were scare tactics, and effective. Even if people did not believe them all, they were sufficiently intimidated to stay away fromthe polls.
With the reform's early 60% lead in the polls shrinking dramatically, Chávez began to refocus the campaign and actively tried to turn the reform into a referendum on his presidency, saying `A yes vote is a votefor me.' The reform was too complex to explain in detail and it made sense for Chávez to use his personal popularity for the campaign.
But Chávez misread the popular mood, and former allies, such as the former defense minister, Raul Baduel, Chávez's ex-wife Marisabel Rodriguez, and the social democratic party Podemos all turned against thereform.
The mood further soured because the government's public administration had become inefficient and many of the president's supporters wanted to send him a message. As the human rights group Provea reports, the social programs, the missions for community health care, literacy training, high school completion, public housing, subsidized food, land reform, and employment through the creation of cooperatives, have all been deteriorating in the past year.4] While pro-Chávez poor Venezuelans appreciate the increase in social programs and spending over the past four years,5]they are disappointed and frustrated at the inefficiency with which these programs are managed.6]It did not help that there was a severe milk shortage in October and November, which made it almost impossible to find fresh milk, and hard to find powdered milk.
The assumption is that, but for these reasons, all Chávez supporters would have voted for the reform. Among hard-core Chávez supporters there is a firm belief that the reform process would have helped address the main issue: creating a society with greater social justice. Whether the reform was necessary for this is not clear since a large part of the reform could have been implemented through ordinary legislation.
Many Chávez supporters fell for the opposition's distortions of the reform; and many who did not, disagreed with Chávez's argument that his powers needed to be strengthened to better defend the revolutionary process and promote the transition towards socialism.
Consequences of the Defeat
Chávez and his supporters are convinced that the failure isa major setback. But there are voices that argue that this is an opportunity in disguise. If the reform had won, especially by a narrow margin, the opposition would not have accepted the result and would have tried to destabilize the country with violent protests and claims of fraud. Even now, many in the opposition are trying to claim that their win was far larger than the officialresult. A serious destabilization campaign would probably have hindered the Chávez government from implementing the policies in the reform.
Also, the failure has provoked the most profound analysis and self-criticism of the Bolivarian movement. For a long time criticism within the Bolivarian movement was out of the president's view, since the movement is centered on him. Questioning his policies risked the unity of the movement, which needed to be unified to survive given the opposition's efforts to overthrow Chávez (with financial support from the United States). If Chávez's examination is serious, it will find flaws in the top-down and rushed process, in the president-centered aspects of the proposals and in the inefficiency of government programs. Only then could he renew his efforts to bring about 21st century socialism in Venezuela.
[1] These 12 national electoral contests include: (1) Chavez's election in December 1998; (2) referendum for a constitutional assembly in April 1999; (3) elections to constitutional assembly in July 1999; (4) approval of constitutional assembly in December 1999; (5) "mega election" of all except local elected representatives, including the president, in July 2000; (6) national referendum on unions and local elections in December 2000; (7) presidential recallreferendum in August 2004; (8) regional elections in October 2004; (9) local elections in August 2005; (10) National Assembly elections in December 2005; (11) Presidential election in December 2006; (12) constitutional reform referendum in December 2007.
[2] For a detailed analysis of the reform proposal, see: "Making Sense of Venezuela's Constitutional Reform," Venezuelanalysis.com, December 1st, 2007, by Gregory Wilpert (http://www.venezuelanalysis.com/analysis/2943)
[3] For example, in the mostly poor pro-Chavez neighborhood of 23 de enero (which voted 75.6% for Chavez in 2006) voter turnout declined by 23% between the presidential election and the constitutional reform referendum, while in the mostly middle class Caracas neighborhood of El Recreo (which voted 70.3% for Rosales in 2006) voter turnout declined by only 14%. (Source: CNE, www.cne.gov.ve)
[4] http://www.derechos.org.ve/publicaciones/infanual/2006_07/index.html
[5] Socialspending increased from 8.2% of GDP in 1998 to 13.2% of GDP in 2005 (Source: Venezuelan Ministry of Planning and Development, http://www.sisov.mpd.gov.ve/home/index.php)
[6] A compilation of typical complaints can be found in: "The wind goes out of the revolution," The Economist, December 6,2007
Source: venzuelananalysis.com
miércoles, 2 de enero de 2008
El trasfondo de la batalla entre Uribe y Chávez por la entrega de los rehenes
La presencia de Uribe en Villavicencio sorprendió a todos. Hizo un anuncio que marcó el fin de la espera de los garantes: el niño Emmanuel estaría en un asilo. Chávez salió a decir que seguirá con las negociaciones clandestinas.
Por: Paula Lugones
Sos un audaz", le dijo Néstor Kirchner al presidente Alvaro Uribe. "Si esta historia llega a ser falsa va a ser un papelón para vos", explicó. El colombiano lo miraba impávido y hacía ejercicios de relajación. Pasaba la mano por encima de la cabeza y estiraba el cuello lentamente, para un lado y para el otro. Acababa de dar a todos los delegados internacionales, reunidos en una base militar en Villavicencio, una noticia bomba: había aparecido un niño en un asilo colombiano que, "según una hipótesis", podría ser Emmanuel, el chico nacido en cautiverio y que iba a ser liberado por las FARC, junto a su madre Clara Rojas y a la ex congresista Consuelo González (Ver "Emmanuel...").
Según relataron a Clarín fuentes de las delegaciones argentina, colombiana y brasileña, la novedad impactó dramáticamente entre los garantes, que esperaban las coordenadas de la guerrilla para salir en dos helicópteros rumbo a algún sitio de la selva donde se entregarían los rehenes. Esta noticia y la demora en la llegada de los datos por parte de las FARC, que en un comunicado por la mañana argumentaron falta de seguridad por bombardeos del ejército colombiano en la zona, frustraron la "Operación Emmanuel" y los delegados tuvieron que volverse a casa.
Ayer, el presidente Hugo Chávez anunció que, pese al traspié, seguiría avanzando en gestiones "clandestinas" para la liberación. Colombia le respondió que esas gestiones "no tienen sentido". Mientras que fuentes argentinas analizaba ante Clarín que "si las FARC fuesen inteligentes ahora deberían liberar rápido a los tres rehenes, para mostrar que Uribe se equivocó".
El presidente colombiano, que había mantenido un bajo perfil hasta el lunes, copó así el centro de la escena con un viaje de Bogotá a Villavicencio, esta ciudad de 350.000 habitantes rodeada de montañas selváticas, por donde se desplaza la guerrilla.
Con una guayabera de finísimo hilado blanco, pantalón y sombrero ranchero al tono, Uribe se reunió con los delegados de Argentina, Brasil, Cuba, Francia, Ecuador, Suiza y Bolivia, más las distintas personalidades que operaban como garantes. Estuvieron hablando por más de una hora y el colombiano les contó que las FARC "mienten". Como prueba relató varios ejemplos y, mientras masticaba lentamente una durísima carne de cebú, sacó su as de la manga: la inesperada hipótesis del niño en el asilo.
"Es un cagada olímpica", graficó sin eufemismos uno de los negociadores. "Es algo macabro, tendencioso", agregó. Y lo comparó con la "maniobra" que el colombiano había hecho en noviembre al desplazar a Hugo Chávez y Piedad Córdoba como facilitadores de la entrega de los rehenes en manos de las FARC.
Según interpretan fuentes presentes en la reunión, la jugada de Uribe formó parte de una estrategia de ruptura de la operación. Primero quiso quebrar la cohesión de las delegaciones: hasta las separaron físicamente en distintas fincas, lo que prácticamente les impedía reunirse. Ni hablar de las operaciones de espionaje. La estancia donde se alojaba Kirchner era sobrevolada permanentemente por un avión fantasma; "había micrófonos hasta debajo de la cama" y militares hasta en los lugares más privados, revelaron fuentes de la misión.
Como no lograba romper la unidad de los delegados, Uribe les comunicó el domingo por la noche, a través del comisionado Luis Carlos Restrepo, que no garantizaba su seguridad en la selva, especialmente la de Kirchner y la del brasileño Marco Aurelio García. Pese a eso, los garantes dijeron que se quedarían.
"Ahí apostó más fuerte y se fue a Villavicencio con esa historia del chico. Quería a toda costa romper la negociación", dijeron a Clarín fuentes argentinas.
Mientras transcurría la reunión, el canciller venezolano Nicolás Maduro salió al parque a hablar por teléfono, seguramente con Chávez. Se lo veía caminar nervioso, de aquí para allá.
Cuando el encuentro terminó, Uribe salió rodeado de militares y se acercó a los periodistas a dar su discurso, similar al que le había dado a los delegados. Dijo que daba todas las garantías de seguridad y su jefe del ejército señaló que "no había combates en la zona". Una fuente de la delegación argentina destacó una sutileza: "Que no haya 'combates' no significa necesariamente que no hay bombardeos".
El colombiano ofreció su mensaje en un atril con la bandera colombiana (se puso para la ocasión un manto al hombro con los mismos colores) y se rodeó de su gente. Los delegados salieron en grupo, pasaron a metros de Uribe y siguieron de largo, prácticamente sin mirarlo. Poco después, en otro aeropuerto, Kirchner habló como vocero de los garantes y anunció "dificultades que impidieron la concreción" de la liberación. "Se trata del más delicado y crucial momento, donde es necesario reunir todas las condiciones para garantizar la seguridad de todos y el éxito de la operación".
Además -en nombre del resto- instó a Uribe a crear "un espacio humanitario y seguro que permita el traslado de los rehenes" y a las FARC a "abstenerse de realizar acciones durante la operación humanitaria". Para los delegados era hora de volver a casa.
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Fuente:
http://www.clarin.com/diario/2008/01/02/elmundo/i-01815.htm
Cómo se derrumbó el operativo
Néstor Kirchner no comenzó el año en Colombia sino que lo hizo a bordo del Tango 01, y ayer ya descansaba en El Calafate junto a su esposa, la presidenta Cristina Fernández. La comisión internacional que encabezaba decidió la "suspensión provisoria" de su permanencia en la ciudad de Villavicencio debido a las "dificultades" que impedían la liberación de tres rehenes de las FARC. En tono bélico, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, acusó a su par colombiano Alvaro Uribe de "dinamitar" el operativo y lo cuestionó por haber lanzado "la bomba" –en referencia a la hipótesis de que el niño Emmanuel se encontraría en un hogar de Bienestar Familiar en Bogotá bajo un nombre falso– recién el lunes, sin haber tratado de comprobar antes con exámenes de ADN. "Debe asumir su responsabilidad ante el mundo como presidente de Colombia, porque no tengo la menor duda de que son su gobierno y sus acciones las que están tratando de abortar este procedimiento", sostuvo Chávez. En el Gobierno argentino jamás lo admitirían en público, pero en privado deslizaban un pensamiento similar.
Oliver Stone se quedó sin su documental sobre la liberación de los rehenes, pero a cambio se llevó registrado en sus cámaras de acceso privilegiado un guión acerca de una encarnizada pelea por el poder en acento caribeño, donde poco parece importar el calvario de tres personas –Clara Rojas, su hijo Emmanuel y Consuelo González– y sus familias, finalmente convertidos en objeto de disputa.
Uribe se lo había planteado a la presidenta Cristina Fernández la semana pasada, en el mismo diálogo en que quedó resuelto que Kirchner viajara a Colombia. "Esto podría no funcionar", le había advertido, lo que a oídos argentinos sonó a expresión de deseos. En términos gruesos, si se concretaba la liberación era un triunfo para Chávez y también un punto a favor para la imagen de las FARC, que habían decidido entregar a los rehenes como "gesto de desagravio" al venezolano luego de que Uribe diera por concluida una gestión anterior de mediación.
Cerca de Kirchner comentaban que el domingo 30, un día de reuniones continuadas y extensos llamados telefónicos en la finca donde habían alojado al ex presidente, Colombia había intentado dos veces forzar la salida anticipada de los garantes internacionales. Primero, cuando el alto comisionado por la paz, Luis Carlos Restrepo, advirtió a los delegados que él no iría a la entrega de los rehenes y que aconsejaba al resto imitarlo porque no podrían garantizar la seguridad de ninguno, especialmente la de Kirchner y la del brasileño Marco Aurelio García, presentados como blancos apetecibles para los guerrilleros. Segundo, cuando al estirarse el plazo empezó a jugar la impaciencia lógica porque la gestión se resolviera antes del fin de año.
Los comisionados, tras una extensa reunión que concluyó con amplio consenso, decidieron que se quedarían a pasar el 31 en Villavicencio, a la espera de que llegaran las coordenadas con la ubicación exacta donde se produciría la liberación.
Fue el comienzo del rápido final, pero no precisamente el esperado.
Maduro
"Al otro día llegó Uribe dispuesto a hacer saltar todo por los aires", graficaban en la comitiva.
No fue el primer movimiento en el ajetreado aeropuerto de Villavicencio. Temprano había aterrizado, en uno de los pequeños aviones Falcon que destinó para la misión el gobierno de Venezuela, el canciller Nicolás Maduro, tomando la conducción de la "Operación Emmanuel" en reemplazo del menos consistente ex ministro del Interior, Ramón Rodríguez Chacín. La participación de Maduro había sido una de las condiciones pautadas por los comisionados con Chávez para continuar con la gestión.
En forma reservada, desde hacía días, los venezolanos venían advirtiendo que desde las FARC aseguraban que el ejército colombiano los atosigaba con operativos con bombas y demás, impidiéndoles fijar un lugar seguro para la entrega. Chávez tenía cortado el diálogo con el líder histórico de la guerrilla, Manuel Marulanda, por temor a que aviones espías interceptaran la comunicación. Pero estaba estableciendo un contacto con la conducción por otro canal. Las fuentes argentinas con las FARC aseguraban que las gestiones estaban encaminadas.
Los hechos sucedieron rápidamente. Maduro recibió un llamado –el canciller pasa la mayor parte del día con el celular pegado a la oreja– y transmitió a los comisionados lo que Chávez le leía: una carta de las FARC anunciando la suspensión de la entrega debido a "los intensos operativos militares desplegados en la zona". "Insistir en ello sería poner en grave riesgo la vida de las personas a liberar, del resto de los prisioneros de guerra y de los mismos guerrilleros designados para cumplir esta misión", argumentaban.
Se habían planteado diversas soluciones que el gobierno colombiano, según aseguraría luego Uribe, había aceptado. Por ejemplo, que las FARC transmitieran las coordenadas cuando los comisionados ya se encontraran en vuelo en helicóptero hacia la zona de la liberación. También que se fijara un "corredor seguro" en los kilómetros en que se hallaran en ese momento los rehenes hasta el lugar donde serían entregados. Ahora, Chávez añadía la necesidad de un cese unilateral del fuego de "dos o tres días" de parte del ejército colombiano.
Mientras estas cuestiones se discutían, Uribe llegó a Villavicencio.
Uribe
El presidente colombiano se encontraba de vacaciones en su hacienda del departamento de Córdoba, en el noroeste colombiano. Decidió viajar sin previo aviso y aterrizó en la Base Aérea de Apiay, vecina a Villavicencio. Bajó vestido a la usanza de Juan Valdez, con sombrero blanco de ala ancha y ruana al hombro con vivos con colores colombianos. Todos sus pasos sonaron ensayados. Primero se reunió con los comisionados y adelantó un discurso que luego repetiría –"palabra por palabra", comentaban los argentinos– en público. Una de las pocas diferencias fue que en el encuentro privado practicó algunos ejercicios de elongación moviendo el cuello hacia un costado y al otro mientras interrogaba al jefe de sus fuerzas armadas sobre si era cierto lo que decían las FARC acerca de operativos en la selva.
Transcurría el encuentro en la base aérea cuando Maduro salió por una puerta lateral y puso al tanto a Chávez de lo que Uribe les había comentado. Guayabera blanca, pantalón negro, el canciller se veía a la distancia muy preocupado.
Uribe montó luego un escenario donde se mostró como dueño absoluto de la situación. Una rueda de prensa en la que interpeló a los periodistas, dio instrucciones a sus funcionarios y órdenes a los militares. "Las FARC mienten, el gobierno cumple, Dios premia la buena fe", fueron sus latiguillos.
Fue patente el gesto de los comisionados de pasar indiferentes por detrás de Uribe, a poco de iniciada la conferencia de prensa. El colombiano explicó por qué Restrepo había advertido que la seguridad de los comisionados corría peligro si participaban de la liberación de los rehenes, relatando casos en los que las FARC supuestamente habían faltado a su palabra. El repaso fue truculento. Dio lugar a la intervención del comandante de sus fuerzas armadas para que asegurara que "no ha habido combate en dos semanas" en el área en que la guerrilla hablaba de hostigamiento. En la comitiva argentina destacaban que Uribe hubiera hablado de "combate" y no de operativos, que es lo que denunciaban las FARC.
Luego lanzó "la bomba" a la que hizo referencia Chávez. Uribe advirtió que era sólo "una hipótesis", pero ocupó el núcleo de su presentación. Sostuvo que la guerrilla no entregaba las coordenadas porque no tenía en su poder a Emmanuel. El niño, explicó, se encontraría en un hogar de Bienestar Familiar en Bogotá bajo el nombre de Juan David Gómez Tapiero. El supuesto Emmanuel habría sido entregado en la localidad de San José de Guaviare en julio de 2005, desnutrido, con una fractura en un brazo, con signos de maltrato, afectado de paludismo, diarrea y leishmaniasis. Uribe ensayó un paso de tragicomedia con el comisionado Restrepo, a quien le hizo leer la ficha social del niño, obligándolo a parar, repetir algunas frases y responder preguntas.
Emmanuel tendría ahora 3 años y seis meses, estaría en buen estado de salud, aunque presenta un retraso motriz y aún no puede caminar. "Durante la noche suele llamar a su madre una vez y luego sigue durmiendo", leyeron.
Uribe sostuvo que la información había llegado a su gobierno el 28 de diciembre. Y que ese mismo lunes 31, la persona que entregó al bebé en 2005 asegurando que era su tío abuelo ahora lo había ido a reclamar presentándose como el padre. El colombiano explicó que dado a lo reciente de los hechos no habían podido verificar el ADN con sus familiares. Pese a eso, le dedicó la mayor parte de la conferencia de prensa y hasta dio a conocer a todo el mundo la identidad del menor.
Kirchner
"Sos un audaz", le dijo Kirchner al colombiano cuando lo fue a visitar a la finca donde se alojaba luego del encuentro con la prensa.
–¿Por qué? –le preguntó Uribe.
–¿Cómo decís algo así sin tenerlo certificado? –le preguntó Kirchner.
–Nosotros compartimos la información que está en nuestro poder –le explicó.
–Pero, por ejemplo, se le podría haber hecho el ADN al hombre que lo reclama diciendo que es el padre –dijo K.
–¡Muy buena idea! Hagan la prueba de ADN a ese hombre –ordenó entonces Uribe.
La intervención del colombiano, evaluaron los comisionados internacionales, echaba por tierra cualquier resolución inmediata, por lo que resolvieron suspender su gestión. Kirchner encabezó el recorrido por la pista del aeropuerto de Villavicencio hasta donde estaban las cámaras y micrófonos. "Los comisionados consideran conveniente la suspensión provisoria de su presencia en territorio colombiano. Cuando estén dadas las condiciones para la entrega de Clara, Consuelo y Emmanuel, la comisión inmediatamente continuará con su misión", leyó un comunicado. A modo de propuesta, los comisionados instaron al gobierno colombiano a crear "un espacio seguro" para el traslado de los rehenes, y a las FARC a "abstenerse de realizar operaciones".
De inmediato comenzaron a despegar los aviones llevando a cada comisionado a su destino. Sin su habitual turbante tropical, la senadora colombiana Piedad Córdoba rumiaba su bronca sobre la pista. "Uribe volvió a repetir lo que nos había hecho a Chávez y a mí en la anterior gestión. Primero obliga estirar todo lo posible la entrega con el ejército y después busca algún motivo para hacer saltar todo", decía.
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Fuente:
http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-96925-2008-01-02.html